Idoneidad y profesionalismo en el fútbol amateur

ABRIL | 2018

HoySeJuega dialogó con Blas Maíz, el fundador del predio Ruta 36 de La Plata, quién manifestó lo que significa llevar adelante un torneo de semejante magnitud en la ciudad: sus particularidades, sus sensaciones, su crecimiento y algunas anécdotas muy divertidas.

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Te recibe con las mismas ganas con las que trabaja cada sábado para la jornada, pero sin la vorágine. Blas Maíz se sentó y en la tranquilidad de las canchas en un día sin actividad, contó cuáles son las bases necesarias para comandar un certamen que es una marca registrada para los platenses. Los objetivos alcanzados, la actualidad y las anécdotas con jugadores profesionales y de trayectoria en Primera División, en esta entrevista.

HSJ: ¿Cómo surgió la idea de abrir el predio?

BM: Yo trabajo en la Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires, y en 1994 hubo elecciones y las perdimos. Nosotros jugábamos en un torneo que pertenecía al Senado y los que nos ganaron, decidieron desafiliarnos. Por eso se abrió el predio, para tener un lugar donde jugar, al comienzo con tres canchas, luego todo se fue dando hasta llegar a las 9 que tenemos hoy. Además, siempre fui un apasionado del fútbol.

HSJ: ¿Los comienzos como fueron? ¿Fue difícil?

BM: No, la verdad que no. Siempre hemos tenido buena convocatoria y como fuimos los pioneros en La Plata, además de ser organizados, la llegada ha sido positiva. También el respeto se ganó por la firmeza a la hora de erradicar la violencia y porque a mí me ven la cara, trabajando todos los sábados.

HSJ: Más allá de lo que han logrado, ¿qué disfrutás cada fin de semana?

BM: La amistad. El ritual de venir hablando del partido, tomando mate en el auto, ver grupos de amigos completos que vienen a jugar, con esas ganas y los valores que te da el fútbol. A mí me encanta que vengan y que, pese a ganar o perder, se vayan con una sonrisa después de cada jornada. Esa es la idea.

HSJ: ¿Cuándo creés que alcanzaron el pico máximo como predio?

BM: Me parece que fue cuando se adquirió gente calificada para trabajar y se innovó con la compra de materiales y el progreso de los campos de juego. Más allá de que siempre faltan cosas, este momento considero que es el mejor, con las canchas con césped a nivel de Primera División, gracias al trabajo de personal idóneo y maquinaria de primer nivel.

HSJ: Me imagino que en 24 años debes tener miles de anécdotas…

BM: Un día aparece un flaco, le vi cara conocida y era el Guly -Andrés Guglielminpietro-, en la época que jugaba en el Milan. Vino, firmó planilla como todos los de su equipo y hasta puso, cuando se inscribió, la dirección de su casa en Italia. También vinieron a jugar otros futbolistas de Primera como Maximiliano Núñez, Federico Fernández, Marcos Rojo, Renato Civelli y hace poco vino Javier Mendoza.

Otra que no tiene que ver con profesionales es de un equipo que se llamaba Firenze, que se fue el año pasado del torneo. Uno de los jugadores, en los tiempos en los que no existían los celulares ni internet, se casaba ese sábado y llamó al número de mi casa preguntándome como habían salido sus compañeros a las 20.30 de la noche, media hora antes de casarse. De locos. Y otro me llamó de Estados Unidos para averiguar resultados.

También una no tan simpática: un equipo duró solo 35 minutos. En ese lapso tuvieron 3 expulsados y seguían furiosos, como veía que la situación no cambiaba, me metí, le dije al árbitro que el partido se suspendía y se los expulsó. Fue record el tiempo y demuestra la rigurosidad con la que nos manejamos.

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