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El fútbol infantil es la base de todo

AGOSTO | 2014

Visitamos el Club Infantil Hogar de Berazategui para conocer el difícil mundo del fútbol para chicos.  No basta saber entrenarlos, hace falta ganarse su confianza y transformarse en su referente.


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Todo jugador amateur, de cualquier nivel, primero fue un nene pateando la pelota en el fondo de su casa, en la canchita de la vuelta de la misma o en un club de barrio. No existiría el futbol de los grandes, si no fuese por el de los chicos.

Entendiendo la importancia que tiene la formación de los jugadores desde muy temprana edad, nos acercamos al Club Infantil Hogar Paraguayo de Berazategui y charlamos con Beto Guzmán, uno de sus entrenadores, para que nos cuente los por menores de un trabajo que no solo implica preparar personas para jugar a la pelota, sino que requiere transformarse en el confidente, amigo y referente de ellos.

HoySeJuega: ¿Qué es el Club Hogar?

Beto: El club infantil Hogar es un lugar en el que los nenes  vienen a divertirse, a jugar a la pelota. Somos varios los técnicos que nos encargamos de varias cosas. Te podría decir, incluso, que parecemos más docentes y asistentes sociales que entrenadores, porque no solo les damos la pelota para que jueguen, sino que actuamos como padres o hermanos, fijándonos si tienen hambre, necesidades, problemas e incluso poniendo plata de nuestro bolsillo para ayudarlos con eso. No lo hacemos por hacer alarde, sino que actuamos en consecuencia para hacer un bien y que los chicos puedan divertirse.

HSJ: ¿Cómo llegaste a participar del proyecto?

B: Yo llegué al club por mi hermano, que es categoría 2003 y empezó a jugar acá.  Primero lo miraba, desde afuera, porque tenía 18 años por ese entonces. De a poquito me empecé a meter, a mirar, a interesarme, a interiorizarme sobre lo que hacen acá,  a comprender lo que significa la institución para el barrio. También vi un punto de inflexión en la sociedad misma, el desinterés por la infancia, no solo en el apoyo escolar, sino en lo emocional.

HSJ: Recién comentabas que tienen que tomar un poco el rol de padres de los chicos. ¿Es muy difícil llegar a hacerlo? ¿Tomar ese nivel de confianza con los chicos?

B: El tema de la confianza no es difícil, porque los chicos son muy sociables y enseguida uno les toma aprecio por su forma de ser.  Uno siempre intenta hacerse el tiempo para estar con ellos y para poder trabajar con ellos. Lo que se complica es el riesgo que se toma al ir a buscar un nene, al traerlo a jugar a la pelota, porque se puede lastimar. Igualmente, es tanta la necesidad que hay acá en el barrio que terminamos tomando ese riesgo, porque lo que nos interesa es la comodidad de los nenes.

HSJ: ¿Cuesta convencer a los padres de que acepten eso? ¿De qué los dejen venir a los chicos a jugar o de que los dejen libres ?

B: No, porque los padres nos tienen confianza, ya que, como te decía, a veces tenemos que tomar un rol paterno. Lo que sí cuesta es incentivarlos a que vengan a ver a sus hijos, a motivarlos, a no gritarles, a disfrutar de verlos jugar.

HSJ: ¿ Cómo lográs incentivarlos?

B: Es muy difícil.  Por ejemplo, yo tengo un nene al que la madre nunca vino a verlo jugar. El nene llora, porque quiere que su mamá venga. Yo le insisto a la madre, le digo que se acerque, que su hijo la quiere ver.  Solo una vez vino, una vez en la que caminó dos cuadras para venir a verlo. Ese día el nene estaba muy feliz, pero cuesta pelear contra eso,  hacer que los padres se interesen por las necesidades de su hijo básicamente.

HSJ: ¿Cómo hacés que ese chico al que no vienen a ver no se sienta menos,  comprenda la situación o pueda convivir sin problemas con la misma?

B: Es muy difícil. Consulté con algunos amigos psicólogos por este tema y me dijeron que lo importante es que les haga saber que no están solos. No hablo mucho con ellos el tema de los padres, porque no quiero que suene como una critica y que los mismos padres se terminen enojando. Pero sí intento motivar a los nenes, apoyarlos. Si se sienten mal en algún momento, el abrazo siempre va a estar, porque quiero que los chicos se sientan bien y que sepan que, si el padre no está, yo voy a estar con ellos todo lo que pueda.

HSJ: Esa misma motivación, ese apoyo que sienten ¿Termina ayudando en la competencia?

B: La competencia está, pero ellos no la sienten, porque la van experimentando sin darse cuenta. El fútbol, el deporte en sí, va más allá, porque no es solo el hecho de competir, sino que es aprender a sociabilizar con las personas, a convivir.  Eso ayuda a controlar la ira, a manejar los momentos de frustración. Por ahí un nene no se siente bien si pierde, pero el perder está bien porque hace que vaya canalizando sentimientos y superándolos.

HSJ: Una de los problemas principales del fútbol infantil, al menos por lo que uno puede ver, es la presión de los padres para que el chico triunfe. Es decir, si el chico tiene condiciones, muchos apuestan a salvarse con él, a que sea un jugador exitoso a nivel profesional. ¿Qué medidas se toman si ves algo de esto en los padres de los chicos?

B: Acá no hay muchos padres de esos, a lo sumo uno que otro, pero sí hay talento en los chicos. Eso que marcás pasa mucho en el fútbol infantil, por lo menos en la liga de Berazategui y, sobretodo, en la de Quilmes, que es muy competitiva.  No está bien que pase, que se presione a los chicos así, porque terminan sintiendo esa presión y, como te decía, todavía no saben manejar la frustración y la derrota, que es necesaria para que aprendan que en la vida se gana, se pierde o se empata.  Igualmente, y volviendo al Club Hogar, cuando vemos que un chico tiene talento, es crack, como se dice, lo llevamos a probar si es lo que quiere. Ayer, por ejemplo, llevamos a uno a Arsenal y quedó. Esas cosas te ponen muy contento porque lo que uno quiere es el progreso de los nenes.

HSJ: Cuando toca tener a cargo a un nene con condiciones y futuro ¿Se habla con los padres para que vayan de a poco, para que no se suban al tren o se entusiasmen más que los propios chicos?

B: Sí. Mirá, el año pasado tomé una categoría y me tocaron algunos cracks. El trato con los chicos no fue problema, porque a pesar de ser mi primera experiencia como técnico, siempre estuve, desde antes de quedar a cargo, alrededor de ellos, ayudándolos. Lo complicado acá es manejar el tema de los padres de esos chicos, porque cuesta mucho incentivarlos y lograr que valoren a sus hijos por hijos antes que por el talento futbolístico que puedan tener.

HSJ: Hace un tiempo hicimos una nota con los chicos de Hecho Club Social, que llevan adelante la selección nacional de gente en situación de riesgo, y nos decían que una persona en esa situación es alguien que prácticamente no tiene autoestima. ¿Pasa eso también con algunos de los chicos que entrenan acá y tienen una vida complicada, ya sea desde lo económico o lo social?

B: Con respecto a la situación económica, acá no se ven las diferencias, porque los nenes no las hacen ver, solo vienen y juegan.  Lo que sí tratamos es que ellos puedan convivir y superar cada etapa. Nos fijamos mucho en lo emocional. En Berazategui hay mucha gente solidaria,  pero creo que lo que más se necesita es trabajar la parte emocional, porque el nene es chiquito, va creciendo y a veces te topás con situaciones complicadas, con maltrato físico, psicológico o algunos que directamente sufren una situación de calle. Si no se trabaja eso, en la mente del niño se va formando una cicatriz que  lleva a una autoestima baja, a que no se valoren por si mismos ya que a ellos tampoco los valoran. Es muy importante la valoración y el incentivo en las etapas tempranas de la niñez.

HSJ: ¿Cuesta mucho lograr que los chicos se saquen de encima la mochila que traen de sus casas? Es decir, que puedan desprenderse de los problemas familiares y personales que viven.

B: A veces sí y a veces no, porque los chicos vienen, juegan y se olvidan. El  problema es que esa mochila, como la describís vos, no se la pueden sacar permanentemente. Es solo un momento cuando vienen acá, porque después llegan a su casa y es otra vez lo mismo. Es muy difícil para nosotros entrar en las familias y cambiar esas cosas, porque somos técnicos de un club de fútbol infantil. Si el día de mañana se logra hacer un proyecto como el que tengo pensado, quizás lleguemos a sacar esa mochila permanentemente.

HSJ: ¿En qué consiste ese proyecto? ¿Va por fuera de el Club Hogar?

B: No va por fuera, creo que va acompañado, porque quizás en el club se experimenta esa ayuda psicológica y emocional, pero no se la ve como tal. Lo que a mi me gustaría es reforzar esa parte. El nombre de este club, no sé si de casualidad, se llama Hogar y mi idea es esa, formar un hogar. Hogar porque buscaría volver a los principios de lo que es un hogar, a la valoración de la familia. Lo que yo quiero es eso, la ayuda psicológica a los nenes, porque si les cambiás la mente, la vida de ellos va a cambiar. En vez de pensar "no me va a salir" van a empezar a decir "Sí, a mi me sale". Cuando lográs eso se ve la mejoría del chico, no solo en el fútbol, sino en la vida misma, porque ese pensamiento, esa confianza, se va a mantener y va a lograr que el chico pueda salir adelante.

HSJ: Esa es la importancia del deporte en la formación. Digamos que es como un circulo vicioso. Si el chico ve que las cosas le empiezan a salir dentro de la cancha, tiene más confianza en si mismo y  recupera su autoestima. Si logra tener más confianza y recuperar su autoestima, las cosas le van a seguir saliendo bien, tanto en un partido como en la vida, lo que va a hacer que progrese y deje de ponerse trabas.

B: Sí, por eso para mi es tan importante el deporte en este tema. Por ahí la gente no lo ve así y prefiere tener a su nene protegido en su casa, delante de una computadora o jugando a los jueguitos en el celular.  El asunto es que así no lo está protegiendo, sino que lo está aislando, llevando a una vida sedentaria. El día de mañana, cuando sea adolescente y se encuentre con chicos que sí hayan sociabilizado con otras personas, no va a saber como actuar y eso va a ser muy negativo para su vida, por eso es necesario el deporte y que pueda sociabilizar con sus pares desde una edad temprana.

HSJ: Para terminar ¿Cómo puede hacer la gente para colaborar con el club?

B: Pueden entrar a nuestro Facebook que es Club Hogar Paraguayo. Sino, pueden llamar a mi casa, al 4216 3387 y hablar conmigo. Nosotros acá recibimos cualquier tipo de ayuda porque todo nos sirve, sea un clavo, una planta o cualquier tipo de ropa, porque el beneficio siempre va a ser para los chicos.

Colaboró en esta nota: @sebmaguilera 


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