Ambos son arqueros en sus equipos del torneo de SUTECBA, uno ataja para el Teatro Colón y el otro protege la valla del Centro Cultural San Martín. Además, combinan el trabajo y diversión del fútbol entre amigos con el Futsal, deporte que también practican en su tiempo libre.
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Carlos Velázquez ataja para el equipo del Teatro Colón hace años. Alto, aguerrido, es arquero desde siempre. Empezó jugando en papi fútbol, después jugó muchos años en cancha de 11 hasta que llegó al Futsal, al equipo Suárez. Lamentablemente tuvo que abandonarlo momentáneamente por temas de trabajo: tiene horarios rotativos y se le complicó combinar todas las actividades.
Actualmente juega sólo el campeonato con el equipo del Teatro y en el barrio con sus amigos, pero extraña su pasado en Suárez y su historia en el Futsal. Sabe, de todas maneras, que algún día va a volver.
A Walter Sarlingo le gusta el fútbol y le gusta jugarlo. Es arquero del equipo del Centro Cultural San Martín y trabaja ahí en el área de cursos y talleres.
A diferencia de Carlos, él sí combina trabajo con la diversión del fútbol y los amigos y su pasión por el Futsal. En el equipo Círculo Paternal juega los findes y entrena tres veces por semana.
Aunque tiene 22 años, tiene una carrera larga e interesante en Futsal: arrancó a los 14 jugando en Boca y por distintos motivos se fue a Kimberley, también pasó por Barracas hasta que se asentó en el Círculo Paternal. “Estoy muy entusiasmado con lo que hago. Como cualquier chico de mi edad, sueño con jugar de manera profesional, ascender, buscar ser cada vez mejor”, comenta, visiblemente contento.
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