A los 21 años el referente de uno de los clubes más importantes de LIFUBA hace un repaso por su breve y rica carrera. Los errores que cometió y le permitieron dentro y fuera de la cancha. Lo difícil del fútbol de Bariloche y cómo Pablo Gomis lo ayudó en su formación.
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Son los últimos minutos del clásico de la ciudad, Cruz del Sur le gana 1 a 0 a Estudiantes que gasta sus últimas fichas en el campo de juego. Parece ser un ataque del “pincha” en donde el “cruzado” queda por primera vez en todo el partido mal parado y desequilibrado, habiendo posibilidades de empate. Ahí es cuando aparece el volante central que tiene Cruz del Sur, Ignacio Paredes (21), para cortar el avance del rival en la mitad de la cancha y luego jugar al costado con un compañero y aclarar el panorama, como lo hizo durante todo el partido y gran parte del campeonato. No quedan dudas, por lejos, es la figura del clásico. De esa misma manera es que “Nacho”, como lo conocen todos, empieza a contar su historia en esta entrevista. Con pausa, tratando de no equivocarse en nada y con firmeza a cada paso que da.
HoySeJuega: ¿Cuándo arrancaste a jugar al fútbol?
Ignacio Paredes: Empecé a jugar al fútbol a los 13, arranqué tarde comparado con los demás. Antes jugaba en el barrio o en la escuela, pero nunca en algún club. Me llevaron a Estudiantes Unidos pero no había lugar, ese mismo día fui a Cruz del Sur y Pablo Almonacid me dijo que vuelva, nunca más me fui. Comencé jugando para mi categoría, la 97, aunque a veces Pablo me hacía jugar de arquero en la 96 (risas). Fue muy loco jugar después con él en primera, pase de escucharlo y aprender, a discutir en una cancha.
HSJ: ¿Cómo llegas a Primera?
IP: Dejé de jugar un tiempo porque la 97 se desarmó. Después entré a 6° división con entrenadores como el “Turco” Román Amed y Lisaldo “Mago” Tarifeño que me enseñaron mucho. Jugando ya en 5° división me ve Miguel Gomis que era el coordinador de fútbol del club. Querían junto a su hijo, Pablo, (entrenador de 1° división) que empiece a jugar en reserva para foguearme e ir a 1°, pero le dije que no. En ese momento no entendía nada. Me ayudaron mucho los dos en todo y fueron importantes en mi formación. Una vez discutí con Miguel porque le conteste cuando me estaba corrigiendo por un error que había cometido. Me acuerdo una vez también en un partido con CAB 16 nos fuimos 2 a 0 abajo al descanso. Nos dijo que no estábamos mal, nos dio un par de indicaciones y nos dijo que si le hacíamos caso lo íbamos a dar vuelta. Hicimos todo lo que nos indicó y lo ganamos 4 a 2.
HSJ: Y al final te animaste a pegar el salto…
IP: Me costó entender lo que estaba viviendo. Entrenaba con la 1° y una vez que finalizaba, llegaban mis amigos de 5° a entrenar y yo me quería ir con ellos. El día que debute contra Villa la Angostura creo que empezó a cambiar todo para mí, me acostumbré a jugar con los más grandes. La primera vez que concentré fue contra Dina Huapi por el Federal C, esa vez me pelaron todo. Tarde en debutar y adaptarme por mi posición, me parece que el delantero en ese sentido es diferente. En el medio campo hay que hablar, ordenar, y a mí eso me costó mucho. Gustavo Ramirez fue alguien que me ayudó mucho, me daba consejos porque jugábamos en la misma posición. Otro que me ayudó bastante fue David Valdebenito, que nos entendíamos al ser casi de la misma edad. A principios de ese 2015 Nacho Paredes viviría otra de las experiencias futbolísticas que más lo marcaron en su corta carrera. Gracias a las gestiones de Pablo y Miguel Gomis, el joven mediocampista iría a una prueba fustbolistica en las divisiones inferiores en River y Quilmes, quedando aceptado en la 5° División del club “cervecero”. La inmadurez emocional y la rapidez con la que sucedían las cosas, hicieron que el jugador decidiera volverse a Bariloche.
HSJ: ¿Te arrepentís de la decisión que tomaste?
IP: Hoy en día y con el paso del tiempo sí me arrepiento. Me pasó todo muy rápido de jugar en 5° a Reserva, 1°, Federales “C” y “B”, a estar probándome en River y en equipos de Primera División del Fútbol Argentino. La verdad es que no entendía nada, era muy chico. Allá en Bs As es todo diferente, sobre todo en clubes como River que desde la velocidad del juego marcan diferencia. Desde lo físico lo que trabajamos con Pablo (Gomis) era parecido y en ese sentido no me costó. En Quilmes pude practicar con los titulares y suplentes de 5° división, hasta le di indicaciones al titular. Estuve una semana en la pensión y el DT me dijo que podía jugar de entrada y que si seguía, algún día podía llegar a Primera. Así y todo me volví. Mi familia siempre me apoyó. Mis viejos siempre quisieron que estudie y me apoyaron cada vez que jugué al fútbol, siempre me dieron todo.
HSJ: ¿La vuelta fue dura?
IP: Pablo (Gomis) no tuvo drama en que vuelva a entrenar en Cruz del Sur, pero me dijo que me iba a arrepentir de la decisión que tomé y finalmente fue así. Sentí de alguna manera que le fallé a él por todo lo que había hecho para que yo esté en ese lugar. Hoy en día trato de no pensar tanto en eso. Me pasa de ver partidos de 1° División, de Quilmes en particular y pensar. Pero ya está, quedó atrás. Tuve que asimilarlo y aceptar los errores. Ese 2015 estuve casi sin jugar, por una lesión también, fui mucho a kinesiología, falté a varios entrenamientos, no fue fácil.
HSJ: Al año siguiente tuviste revancha y pudiste hacer el debut en el Federal…
IP: Si me costó debutar por los jugadores que tenía adelante mío en el puesto. Pinilla, Ramirez, Isern. Eran todos capitanes, y cada uno estaba muy consolidado en el equipo por eso tarde tanto. Debuté contra Racing de Trelew de visitante en el Segundo Tiempo. Y al siguiente partido, como titular frente a Sansinena de local por la ida de los Cuartos de Final (fue figura). Arranqué jugando con alguien al lado (doble “5”) pero con el tiempo me di cuenta que me gusta más jugar solo. Después con el correr del torneo y del año fui teniendo minutos entrando desde el banco. El Federal B es difícil desde lo económico, cobra el que firma planilla, pero a mí no me importa la plata.
HSJ: Son tres años sin títulos para Cruz del Sur. ¿Pesa en ustedes?
IP: Siento que el próximo campeonato tenemos que salir campeón si o si. Venimos de perder 3 semifinales muy duras (2016 Estudiantes, 2017 Dina Huapi, 2018 Puerto Moreno). Me dolieron las 3 pero contra Dina Huapi lo sufrí más por lo que habíamos trabajado y por cómo se dio. Hoy a Cruz del Sur todo le quieren ganar porque es el que marca diferencia con los demás. Siempre el equipo en la cancha que sea sale a jugar, no solo en LIFUBA, sino también en canchas del Federal B. Esa forma de salir a jugar en todos lados la cambió Pablo Gomis. El me inculcó la forma de entrenar y lo importante que es cuidarse. Con el tiempo le fui agarrando gusto al entrenamiento y hoy en día si no entreno no me siento cómodo. Además trato de comer bien, descansar como corresponde. Si estamos en una competencia, no me gusta salir a la noche, intento cuidarme como si fuese un jugador profesional.
HSJ: Desde afuera se ve que creciste, no solo adentro sino afuera de la cancha. ¿Sentís eso?
IP: Hoy soy más grande. Me siento un poco referente. Siento que los más chicos que ya están entrenando y jugando con nosotros en primera te escuchan, te miran y te preguntan. Está bueno eso porque ganas en confianza. Cómo te miran, terminas siendo un ejemplo para ellos por eso tenés que hacer las cosas bien. Trato de hablar con ellos desde lo que viví. No es facíl jugar acá en Bariloche al fútbol. Además del amateurismo tenes el factor del clima, muchas lluvias, frio, nieve. Eso genera inconvenientes porque muchas veces hay que cambiar de lugares de entrenamiento o trabajos que se hacen en los mismos. Muchas veces no sentís los pies cuando estas entrenando del frio. Hemos hechos pretemporada cuando estaba nevando en la ciudad.
HSJ: Además del fútbol ¿cómo es tu vida?
IP: Todavía me quedan dos materias del secundario. Cuando hay trabajo hago instalaciones eléctricas, hice un curso y pude tener salida laboral de eso. Después de eso juego al fútbol.
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