De tal palo tal astilla

ENERO | 2017

Repasamos los casos más resonantes de padres e hijos que jugaron juntos en una misma cancha. Desde Finlandia hasta Parque Patricios, pasando por Brasil y México

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Cada padre recuerda el momento en el que le regaló una pelota a su hijo o hija y le comenzó a enseñar los conceptos básicos del fútbol. Los primeros goles, que probablemente se habían dejado hacer apropósito, los primeros pases mal o bien dados, los primeros partidos y hasta los primeros enfrentamientos con otros chicos del barrio. Incluso, se podría decir que cualquiera puede rememorar perfectamente aquel instante en el que vio como esos consejos iniciales habían dado sus frutos dentro de la cancha y eran los responsables de una actitud y manera de entender el juego que despertaban emoción y orgullo.

Esto es algo habitual que sucede con cada papá en el mundo, sobretodo en países futboleros, sin embargo, hubo personas que llevaron la situación un poco más allá de lo que se podría esperar. Por ese motivo, en HoySeJuega presentamos esta nota que habla de padres e hijos que, amateur o profesionalmente, compartieron equipo y se dieron el lujo de trasladar aquellos primeros pasos a un estadio.

Los Umerez

En 2015 presentamos la historia de Barsovia F.C., un equipo de Parque Patricios integrado por chicos de 20 años, que tras terminar la secundaria habían encontrado una forma de seguir unidos dentro de la cancha. El capitán de ese equipo era Leonardo Umerez, padre de uno de los integrantes, que había forjado una buena relación con todos a partir de su participación en el viaje de egresados a Bariloche. Ni sus 49 años, ni su rodilla media rota, eran un impedimento para que compartiera el campo de juego con su hijo Facundo.

http://www.hoysejuega.com/futbol-amateur/especiales/248-El-futbol-que-no-conoce-de-edades.htm

Los Giménez

Christian Giménez inició su carrera en Boca, pero desde hace ya mucho tiempo su vida está enfocada y establecida en México. El Chaco juega en tierras aztecas desde 2004 y es tan reconocido por esos lados que hasta se nacionalizó para representar a la selección.

No es ese el motivo por el que vale la pena nombrarlo, sino porque no hace mucho protagonizó un hecho histórico para la existencia del Cruz Azul y de muchos clubes alrededor del mundo. En un partido amistoso contra Pumas, se dio el lujo de compartir el terreno con su hijo Santiago, de 15 años, que forma parte del plantel sub 17 y está señalado como uno de los juveniles con mayor proyección de la institución.

Lamentablemente la fiesta no pudo ser completa. Tras un pase filtrado de su papá, Santiago quedó mano a mano frente al arquero, pero una violenta falta de éste lo hizo salir lesionado. Además, como si esto fuese poco, Chaco se hizo cargo de ejecutar el penal, pero su remate fue contenido por el portero.

Rivaldo y Rivaldo Junior

Rivaldo ha vestido las camisetas de los clubes más importantes del mundo y se ha coronado campeón en múltiples oportunidades, lo que lo llevó a convertirse en uno de los jugadores más reconocidos en el planeta. Su primogénito, sin embargo, intentó seguir sus pasos, pero no tuvo la misma fortuna y terminó frecuentando equipos de muchísima menos valía y jerarquía.

Si bien sus carreras fueron por caminos bien diferentes, ambos coincidieron en el Piracicaba, del campeonato Paulista, y en el Mogi Mirim Esporte Clube, de la tercera división brasilera, dónde en julio del 2015 llegaron a marcar goles en un mismo partido. En la actualidad, el papá está retirado y el hijo intenta encontrar un camino a seguir.

El Legado

Si bien es normal que los hijos asistan a la despedida de los padres profesionales y compartan minutos con ellos, pocas veces se puede apreciar esto en un partido más serio o disputado. El caso de Jesús Arellano es una clara excepción a la regla.

Corría el año 2011 y los Rayados de Monterrey disputaban un partido amistoso ante Independiente que, además de ser de preparación para la temporada venidera, se mostraba como una excusa para despedir a uno de los ídolos de aquella institución. En el minuto 44 de juego, el Cabrito dejó la cancha para darle lugar a su hijo, que también se llama igual, y heredarle la camiseta 28, su número histórico.

En la actualidad, Ian Jesús Arellano Lira, tiene 17 años, integra el mismo plantel que supo llevar a la gloria a su padre y hasta se consagró campeón con el equipo juvenil. Le aguarda, dicen, una gran carrera por delante.

Hace 20 años

Para el último de estos casos hay que viajar hasta el 24 de abril de 1996. En el marco de un partido entre Estonia y Finlandia, Arnor Gudjohnsen dejó la cancha para darle lugar a Eidur, su hijo de 17 años, a quien recibió con un beso que se transformó en uno de los momentos bisagras en la historia del futbol profesional.

Luego de ese partido, la carrera de Gudjohnsen hijo siguió y creció a pasos agigantados, a punto tal que se transformó en el máximo goleador histórico de su selección en 2007 y uno de los máximos ídolos de su país. Además, a nivel clubes, vistió las camisetas de Chelsea, Barcelona, Mónaco y Totthenham Hotspur, entre otros.